Mide el Éxito de Tú Estrategia

Mide el Éxito de Tu Estrategia

La clave está en plantearse por adelantado, cuándo y cómo harás un seguimiento del progreso para no olvidarlo cuando estés en medio del proceso, es verdad que a veces puede ser desordenado y hasta caótico, entonces para ello piensa proactivamente, adelántate y planifica el orden y la estructura que quieras usar.

Rberny 2020 Pensamiento Estratégico

¿Cómo sabes si tu estrategia va por el buen camino?

La has planificado con la mejor intención y has tenido en cuenta todos los factores con los que contaban hasta la fecha, no obstante, las circunstancias cambian y puede que tu estrategia también deba cambiar, para descubrirlo, veremos un sistema de tres etapas que te permitirá medir tu progreso y continuar avanzando.

Etapa 1

Identifica tus hipótesis.

No sabrás si la estrategia funciona si aún no tienes claro cuál es tu ideal de éxito, acaso quieres que el producto nuevo tenga una gran repercusión en el mercado, pero ¿Qué significa eso?, ¿Cuántas unidades quieres vender?, ¿Para cuándo?, ¿Cuántas veces quieres aparecer en la prensa o en boca de tus socios mayoristas?

Si identificas y analizas tus hipótesis, podrás ser realista al evaluar tu progreso, y sabrás si es hora de cambiar el enfoque.

Etapa 2

Evalúa tu progreso en intervalos regulares.

En los negocios, es muy normal tener planes anuales, según un estudio de Rita McGrath, de la Universidad de Columbia, indica que en la actualidad todo va muy rápido y que ya no es muy útil dichos planes, en su estudio descubrió que las compañías más exitosas prefieren planes trimestrales para poder adaptarse mejor a un entorno muy cambiante.

Puedes aplicarlo a tu estrategia de negocios o la que uses para tu carrera, considero que debe ser similar, es bastante útil evaluar el progreso y compararlo con las hipótesis en intervalos regulares, como mencionamos, puede ser cada trimestre o cuando alcances un objetivo predeterminado como cuando tengas mil servidores vendidos o el primer millón en ganancias, por ejemplo.

La clave está en plantearse por adelantado, cuándo y cómo harás un seguimiento del progreso para no olvidarlo cuando estés en medio del proceso, es verdad que a veces puede ser desordenado y hasta caótico, entonces para ello piensa proactivamente, adelántate y planifica el orden y la estructura que quieras usar.

Etapa 3

Documenta tus procesos.

Una estrategia no se crea porque sí o por tener mucho tiempo, si recurres al pensamiento estratégico es porque quieres mejorar y tomar decisiones inteligentes.

Todos queremos aprender y mejorar con el paso del tiempo, sin embargo, eso no ocurre de la nada, no serás un mejor jugador de básquet si solo te dedicas a practicar unos tiros libres, mejorarás si entrenas físicamente, buena condición y mucha práctica de lo básico de este deporte, compite con otros y si estudias en detalle tus errores para poder mejorar tu desempeño, lo que cambia los resultados es la práctica consciente.

Sin duda, puedes aprender a tomar mejores decisiones y a desarrollar estrategias más afinadas si revisas tus hipótesis y las comparas con tus objetivos, considero que esto te permitirá advertir dónde abusas de exceso de confianza y dónde históricamente han surgido puntos débiles, recuerda al pensar estratégicamente, cuantas más reflexiones, mejores resultados tendrás.

Los Límites de la Estrategia

Debes tener un plan para avanzar en la dirección correcta y buscar el éxito, no cesaré de decirlo, si para el trabajo que quieres necesitas un máster, deberás estudiar y obtener ese título, no obstante, eso no quiere decir que vayas a conseguir el trabajo, pero si no actúas, es más probable que no ocurra nunca, por ello los límites los pones tú como primera instancia.

Todo eso tiene sentido.

¿Y si ocurre algo imprevisto? ¿Y si otra compañía los compra y cambia el sistema de contratación y ascensos, o te ofrecen un traslado a Guanajuato, o la empresa cierra la línea de negocios en la que trabajas?

Dicen que desde que inventaron las disculpas, se acabaron los que llegan tarde, que no sea el caso, soluciones, no pretextos, soluciones, no evasiones, soluciones y si muchos grandes resultados y por lo tanto éxito.

En circunstancias normales o incluso en simulacros, será extremadamente útil contar con una estrategia, pero en caso de que haya imprevistos, una estrategia tiene sus límites, como todo, si no tienes un plan, ¿qué puedes hacer?

Ahí reside el verdadero valor del pensamiento estratégico, porque no se trata solo de tener un plan, sino de la posibilidad de pensar de una forma que se adapte a las circunstancias cambiantes.

Siendo razonable, la gente suele cometer el error de aferrarse a hipótesis pasadas o un pensamiento muy restringido ocasionando un panorama cuadrado donde es imposible adaptarse.

Puede resultar simple, cuando hay alteraciones, lo mejor es analizar las circunstancias que te rodean y si han fracasado tus expectativas, admítelo para poder pasar rápido a formular un nuevo plan, por favor, no te obsesiones con predicciones pasadas, ten en cuenta la información nueva.

Actúa con Decisión.

Esto tiene mucho que ver con aferrarse a hipótesis del pasado, he observado una consecuencia muy peligrosa, la cual consiste en que pueden terminar posponiendo los cambios necesarios, para que esto no pase, te recomiendo, que debes reunir toda la información y comprobar si es correcta, pero en cuanto lo logres, actúa rápidamente, cuidado, no dejes que el problema empeore ante tus ojos.

Otra mala práctica de 10 minutos

Nunca será una buena idea hacer un repaso general y cambiar la estrategia en diez minutos, sin embargo, solo y únicamente si hay una crisis, para ello, intenta minimizar los daños ahora para después poder tener más opciones de adaptación al evento, son acciones en respuesta a una crisis, la estrategia considero no debe ser alterada, porque hay una eventualidad de por medio.

La respuesta a este evento, puede ser publicar un comunicado diciendo que conoces la situación y la estás estudiando, y ofrecerles una guía a tus empleados, en su caso redistribuir los recursos a corto plazo para poder aprovecharlos donde sean más necesarios, sin duda, deberás hacer lo que sea necesario y por favor definitivamente acepta que deberás improvisar.

Te parecerá lo opuesto a la estrategia, a un plan muy reflexionado y trabajado, por ello te pido reflexionemos el punto, improvisar no significa ir por ahí haciendo lo primero que se te ocurre, ciertamente, significa volver a los principios básicos, la visión de tu organización, de tu equipo o de ti mismo, y reconocer que, si la estrategia actual ya no funciona, podrás elaborar otra que mantendrá tu visión de futuro, en este sentido ten en cuenta el impacto en el negocio.

Si quieres ser un líder que se preocupa y mejora las vidas de los demás, pero te cerraron el programa en el que trabajabas, mira a tu alrededor y busca otras partes de la compañía con objetivos en iniciativas similares, seguro encontrarás otro camino para alcanzar esa meta, muchas veces, pensar estratégicamente significa reconocer los límites de una estrategia y estar dispuesto a idear un camino nuevo y quizá mejor hacia el mismo destino.

Resumen

Nuevamente si llegamos hasta esta parte de la narrativa es por qué quieres ser un líder exitoso, con un buen pensamiento estratégico y humano, espero no haber incomodado a nadie, ni mucho menos aludir a ninguna persona, estas son vivencias reales y son lecciones aprendidas a lo largo de los años.

Bien recapitulemos, discutimos los tres componentes básicos para tener una estrategia:

  • Entender dónde estás
  • Saber a dónde quieres ir
  • Proponer cómo quieres llegar

Indicamos el proceso de entendimiento de nuestra realidad, para ello primero tenemos que definir todos los datos que nos sirvan para recabar información, desde muy diversas perspectivas para tratar de llegar a un contexto relativamente objetivo y neutral sobre la situación de nuestro equipo, negocio o producto.

En mi caso, necesito datos que me digan la realidad de los usuarios, clientes y proveedores o socios de negocio, procuro idealmente escucharlo de ellos mismos, y no digo únicamente como investigación y análisis de mercado, en serio, necesitas sentarte a platicar con individuos, conversar con ellos de motivaciones, preocupaciones y necesidades, así como, observar cómo realizan sus tareas cotidianas para que puedas ayúdalos con el pensamiento estratégico aplicado a la gestión de tecnologías de la información.

Curiosamente esta es una tarea en la que nos gusta ahorrarnos ese trabajo, pero recuerda que, en la obtención de datos, en la investigación y análisis, es en la que vamos a basar tooooooda nuestra estrategia, su importancia no tiene comparación.

Simplemente razonemos:

¿Por qué querrías escatimar en algo que es tan crítico e importante, que además te va a servir para todo el resto del proceso?

Tan solo de esta pregunta podríamos hacer una tesina, pero asumiré que si estás leyendo este artículo es porque ahorita puede haber espacios sin llenar en el lugar donde estás, lagunas en ti mismo o falta de imagen en el equipo, etc.

En tecnologías de la información, la mercadotecnia nos ha impactado, arruinando la manera en la que percibimos a nuestros usuarios, nos acostumbramos a pensar en ellos en bloques, de edades, de niveles socioeconómicos o estándares socioculturales, ¿Cómo lo he solucionado?, es cuando entonces aplico el pensamiento estratégico y logró obtener el contexto que dispara una serie de necesidades generales para la compañía en beneficio de las tareas de los usuarios y sus afectaciones en el proceso de negocio, son personas con la camiseta puesta con sentimientos y habilidades para desempeñar con excelencia sus labores y como líder del área de tecnologías de la información me importan mis usuarios.

Tanto los líderes como los miembros del equipo deben de asumir sus responsabilidades, si lo consideras con ello se crea una cultura de rendición de cuentas, que pasa a formar parte del compromiso de marca de la empresa, es una motivación intrínseca, desarrollando la responsabilidad a nivel individual, de equipo y empresarial, he notado que este noble proceso, muestra cómo asentar las expectativas de los empleados y crear motivación, esto es muy importante, un equipo motivado es un equipo fuerte, eficaz y efectivo, desde luego con esta práctica fortaleces la responsabilidad y magnificas los valores de tu organización y por ende se hacen coherentes.

Pienso que el resultado del pensamiento estratégico, se debe de convertir en un documento de trabajo, de consulta, que sirva de referencia para ti, tu negocio y tu equipo, es el mapa para llegar a dónde quieres llegar, te aconsejo que reflexiones que de nada te sirve ese mapa si nunca vas haciendo ajustes a cada uno de esos componentes conforme vas aprendiendo y ejecutando los pasos que estableciste, adáptate de acuerdo a la información y apoyo de tu equipo.

Desde el inicio de mi carrera, de forma inesperada he visto obligado a desarrollar un sentido de urgencia en mi vida, personal y laboralmente empecé a notar cambios en la adquisición de responsabilidades y en el logro de objetivos, de acuerdo a ello puedo decir que me acostumbre y ahora habita en mí la capacidad de conseguir resultados, aprendiendo a diferenciar actividades prioritarias de actividades secundarias, enfocando todos los recursos y tiempo en lo que realmente es productivo.

Sin embargo, considero que en ese trayecto fue común confundir actividad con productividad, la falsa percepción que se basaba en el simple hecho de que tengas muchas cosas que hacer, no significa que seas productivo, esto lo comprendí al paso de los años, visualicé que son actividades que agregan poco valor por mucho que trabajes tu progreso será bajo.

Ayuda a tu equipo

Esto solo quiere decir, haz tu trabajo, la función primordial es asegurarse de que los miembros del equipo puedan hacer su propio trabajo, debes revisar sus planes y comprobar la presión de las decisiones que toman, cuidado con ello el decidir no implica tomar decisiones que ellos podrían tomar, no debes planificar por ellos y tampoco pueden desligarse de responsabilidades al delegar en ti las decisiones propias.

Algunos consejos para hacer tu trabajo

  • Nuevamente, hacer el trabajo implica ayudar a tu equipo con sus tareas.
  • Debes tomar decisiones, motivarlos y ayudarles a superar obstáculos.
  • Siempre debes tomar decisiones que vayan más allá de sus responsabilidades.
  • Debes motivarlos de forma ocasional, para ayudarles a superar nuevos obstáculos y desafíos, no eres su nana, deja que experimenten automotivarse.
  • Debes proporcionarles metas y ambiciones, pero no lo hagas todos los días.
  • No debes motivarlos para que hagan las tareas rutinarias y menos aún inspirarles temor o miedo.
  • Debes aportarles claridad, ayudarles a lidiar con problemas que no sepan resolver y ayudarles a superar trabas nuevas o difíciles.
  • Ayudar no significa mediar en los conflictos que tengan con sus pares o asistirlos con los problemas cotidianos.
  • Recuerda que hacer el trabajo, no quiere decir que lo hagas tú.

Un beneficio adicional que me he encontrado al transmitir el tiempo de liderazgo al equipo, es que emergerán y podrás reconocer patrones de rendimiento en tu equipo, esto no se trata de categorizar o etiquetar a los empleados, sino de entender la relación entre tus interacciones con ellos y los resultados que obtienes, de igual manera, se pueden aplicar las técnicas de liderazgo que consideres más apropiadas, ya con alguna metodología, algo muy importante que se desprende de ello y por lo que debes estar muy atento es que a las personas, no a todos les gusta que se los trate de igual modo, por ello te recomiendo aplicar diferentes estilos de comunicación y de distribución de tareas para los distintos integrantes de tu equipo, observarás con ello que el tiempo y energía invertidos darán mejores resultados.

Bueno por ahora tenemos completo el tema de estrategia, plan estratégico y liderazgo, es una grandiosa colección de emociones ser un líder de un nuevo paradigma.

Saludos,

Firma 2021 Rberny - Ing. Rubén Bernardo Guzmán Mercado

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